La selección española de balonmano cumplió con el objetivo de meterse en las semifinales del Europeo de Serbia en su primer intento, al ganar con solvencia a Islandia por 31-26. Bastaba un empate, pero España no especuló y salió a por todas. Siempre dominó en el marcador y no dio opción a Islandia. Al igual que hace un año en el Mundial de Suecia, los de Valero Rivera lucharán por las medallas después de derrotar al combinado islandés.
En esta ocasión no vimos la mejor versión de España, fruto posiblemente del desgaste ante Croacia y de saber que un empate era suficiente. No obstante, la selección siguió por el buen camino, con una excelente defensa y un portero -esta vez Sierra, con un 41 por ciento de acierto- en estado de gracia. En ningún momento Islandia pudo adelantarse en el marcador, ya que el arranque de partido puso de manifiesto que España quería coger ventaja muy pronto.
Islandia tardó cinco minutos en anotar y cuando quiso luchar de tú a tú se vio muy por debajo en el electrónico. A España le ayudó también la escasa eficacia de una de sus figuras. Sigurdsson, a pesar de sus seis tantos y de ser el máximo artillero de su equipo, no estuvo fino. Un 46 por ciento de acierto en 60 minutos lo dice todo. Tuvo que ser Gustavsson desde la portería quien mantuviera a su selección a una relativa distancia que impedía que España se relajase.
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La máxima renta antes del descanso fue a los diez minutos, cuando el combinado español se fue de cinco tantos (7-2). La primera línea funcionó de maravilla, con Iker Romero y Alberto Entrerríos fusilando con sus brazos. Y también Julen Aguinagalde, que por fin tuvo un partido en el que le dejaron algo más libre. Él lo agradeció con cinco goles de seis intentos, uno de ellos precioso de espaldas que recordó al gran Rolando Uríos.
Al descanso España llegó con una renta de cuatro goles (17-13) y salió en la segunda mitad con la misma fuerza que la primera para rematar el partido. Sin embargo, le costó abrir hueco. La diferencia no se amplió claramente hasta mediada la segunda parte, cuando alcanzó su máxima diferencia (26-19, minuto 46).
Relajación final
Los jugadores levantaron un poco el pie del acelerador en los últimos minutos, lo que hizo que Islandia se pusiera a cinco goles con cinco minutos por delante. la renta debía ser suficiente, pero convenía seguir concentrados. Y así fue. España remató el partido a base de paradas de Sierra y contundencia defensiva, la misma contundencia que les ha llevado a unas nuevas semifinales. El sueño del oro y de los Juego Olímpicos está un poco más cerca.
Los jugadores levantaron un poco el pie del acelerador en los últimos minutos, lo que hizo que Islandia se pusiera a cinco goles con cinco minutos por delante. la renta debía ser suficiente, pero convenía seguir concentrados. Y así fue. España remató el partido a base de paradas de Sierra y contundencia defensiva, la misma contundencia que les ha llevado a unas nuevas semifinales. El sueño del oro y de los Juego Olímpicos está un poco más cerca.
